viernes, 19 de abril de 2013

LAS DIEZ PALABRAS O LOS DIEZ PARAGRAFOS

LAS DIEZ PALABRAS O LOS DIEZ PARÁGRAFOS


TEXTO DE ESTUDIO:
Éxodo 20,1-17

1 Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:

2 «Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de esclavitud.

3 No habrá para ti otros dioses delante de mí.
4 No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,  6 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.

7 No tomarás en falso el nombre del Señor, tu Dios; porque el Señor no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.

8 Recuerda el día del sábado para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, 10 pero el día séptimo es día de descanso para el Señor, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad. 11 Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo el Señor el día del sábado y lo hizo sagrado.

12 Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.

13 No matarás.

14 No cometerás adulterio.

15 No robarás.

16 No darás testimonio falso contra tu prójimo.

17 No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.»


COMENTARIO

Los cristianos casi siempre hablamos de los diez mandamientos y los colocamos como si fueran los únicos que existen en la biblia. Quizás olvidamos que existen muchos más, 613, o si hacemos referencias a ellos es para decir que el judaísmo es una religión leguleya.  
Lo que nosotros llamamos los diez mandamientos y que aprendimos en la catequesis y hacemos que los niños y los jóvenes aprendan, son llamados por el judaísmo las diez palabras, las diez palabras excepcionales que en el fondo se resumen en los dos mandamientos que Jesús recordó al escriba: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas y al prójimo como a ti mismo (Mc 12,29-31).
Las diez palabras para ser entendidas correctamente deben ser trabajadas en sus dos columnas tal y como dice el éxodo que fueron entregadas a Moisés grabadas en dos tablas de piedra (Dt 5,22). Las diez palabras se hallan tanto en Éxodo 20 como en Deuteronomio 5. Tomaremos el texto del Éxodo. 
 
Colocando el texto en dos columnas, cinco y cinco de los parágrafos podemos hacer algunas observaciones interesantes. Es un texto muy bien construido y va más allá de lo que pensamos.
1.      Remarquemos en un primer momento que en hebreo este texto está compuesto por 120 palabras (la edad máxima que Dios da a la vida del hombre Gn 6,3) y 620 letras (igual a 8, tiempo de renacimiento).
2.      Las primeras palabras del texto nombran al Señor Dios, al que es. Mientras que las últimas palabras mencionan al prójimo.   El yo que abre el decálogo es el yo absoluto de Dios. Con estas dos palabras Yo y tu prójimo, el texto viene a decirnos que sólo se reconoce al Otro en el otro.
3.      Existe un lazo estrecho entre los mandamientos de la derecha y los de la izquierda. Recordemos que el hebreo se escribe de derecha a izquierda.
4.      El Señor Dios aparece 7 veces en la columna de la derecha y el prójimo 4 veces en la columna de la izquierda.
Colocando los mandamientos en relación, columna derecha con columna izquierda se tiene:
ü  Los Mandamientos 1 y 6 dicen que la prohibición de asesinato se coloca en relación con la existencia de Dios. Recordemos que cada ser humano es creado a la imagen y semejanza de Dios. Si yo atento contra la vida de un ser humano atento contra Dios mismo.
ü  Los Mandamientos 2 y 7 afirman que el adulterio es una traición. La idolatría es llamada en lenguaje bíblico adulterio. El adulterio es traicionar a su legítimo esposo. El esposo de Israel es Dios mismo.
ü  Los Mandamientos 3 y 8 hablan de que la prohibición de pronunciar el nombre divino en vano se coloca en relación con el robo. El robo del que habla el decálogo no es tanto la usurpación de los bienes ajenos sino la apropiación de la libertad del otro. Invocar el nombre de Dios en vano es quererse apropiar de él con fines personales.
ü  Los Mandamientos  4 y 9 afirman que el gran testimonio de la existencia de Dios es el respeto del día de reposo, el Shabbat, por el existe la creación y es obligación del hombre respetarlo para hacer un pare y hacer memoria de su acción. De aquí que no pronunciar falso testimonio es decir la verdad de Dios mismo respetando al hermano y sus derechos.
ü  Los Mandamientos 5 y 10 afirman que el lazo que los une es a nivel de la familia que sabrá formar al hombre para que en el futuro no sea envidioso. Mas que un mandamiento esta parte tiende al futuro si tú amas y respetas a tus padres y ellos hacen su labor serás feliz, no sentirás envidia alguna pues vivirás plenamente tu vida.
La columna derecha permite ver la dimensión vertical, hombre – Dios.
Los mandamientos 1 y 2 llevan al conocimiento y reconocimiento de Dios. Aquí entra en juego el pensamiento y la inteligencia humana.
El 3 mandamiento invita a no pronunciar, a tener cuidado con nuestras palabras.
El 4 y 5 habla del comportamiento, de la actitud, el día de reposo, día por excelencia familiar y de la actitud hacia los padres.

La columna de la izquierda manifiesta la dimensión horizontal, hombre a hombre.
Los mandamientos 6, 7 y 8 hacen referencia a la acción: prohibición de asesinato, adulterio y robo.
El mandamiento 9 hace referencia a la palabra: no pronunciaras…
El mandamiento 10 hace referencia al pensamiento: se codicia en la mente.

Así, en las dos columnas se perciben tres operaciones funcionales de la persona: pensar, hablar y actuar. En la dimensión Dios – hombre vamos del pensamiento hacia el acto, mientras que en la dimensión hombre – hombre vamos de la actitud y los gestos al pensamiento. Tanto a nivel de relación con Dios como a nivel de relación con los otros debemos preguntarnos ¿Qué pienso? ¿Qué digo? ¿Cómo actúo?
Entre los mandamientos 5 y 6 existe una estrecha relación. Los rabinos invitan a ver una relación entre estos parágrafos y el texto de Gn 4, Caín y Abel. En este relato la ausencia del padre llama la atención, quizás la falta de diálogo y la envidia que existe entre los hermanos es causada por esta ausencia. No hay un referente paterno.
Los rabinos dicen también que es interesante ver como un hombre que comienza su historia en la biblia asesinando a otro sea quien entregue estos mandamientos a la comunidad. Moisés ha asesinado. Se ha retirado, ha expiado su culpa y sabe que si los hombres se asesinan sufrirán la ausencia de sus hermanos de comunidad y necesitarán de un gran tiempo en el desierto para retornar. Este asesinato puede incluso excluirnos de ser participes de la Tierra prometida.
Recordemos que los dos mandamientos: amar a Dios y al prójimo, siempre irán juntos. Así lo muestra el decálogo con lo que inicia y termina y así lo dice el Levítico:
Tú amarás a tu prójimo como tú mismo, yo soy el Señor. Lv 19,18


ESTRUCTURA DEL TEXTO

Segun lo que hemos comentado podemos leer el texto teniendo encuenta que vamos de derecha a izquierda.

1         Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:
VI. MANDAMIENTO

13 No matarás.

        I.  MANDAMIENTO
2 Yo, el Señor, soy tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.

VII. MANDAMIENTO




14 No cometerás adulterio.

II. MANDAMIENTO
3 No habrá para ti otros dioses delante de mí. 4 No te harás ídolos ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
5 No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo el Señor, tu Dios, soy un Dios exigente, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, 6 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.

VIII. MANDAMIENTO

15 No robarás.

III. MANDAMIENTO
7 No pronunciarás el nombre del Señor tu Dios en vano, porque no dejaré sin castigo a quien toma su nombre en vano.

IX. MANDAMIENTO 





16 No pronunciaras sobre tu prójimo testimonio mentiroso.

IV. MANDAMIENTO
8 Recuerda el día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás y harás todas tus obras, 10 pero el día séptimo es día de reposo para el Señor, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que habita en tu ciudad. 11 Pues en seis días hizo el Señor tu Dios el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo se reposó; por eso bendijo el Señor el día de descanso y lo santificó.

X. MANDAMIENTO
17 No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.

V. MANDAMIENTO
12 Respeta a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te ha dado.


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